domingo, 12 de abril de 2009

C.B. del Cptan. poderio65, 12.04.09




Charlize Theron: "Por desgracia, las mujeres usan el sexo para conseguir el amor".

Lo malo no es que lleve razón. LO MALO ES QUE ESTA BUENA Y, ADEMÁS, ES INTELIGENTE, sabe lo que dice.
Eso no es bueno..., no. Si lo sabré yo que tengo una en casa con esas características.




Hoy debo recordar un lienzo.


Una de las hipótesis que se han barajado para intentar dar explicación a la extraordinaria formación de la efigie de la Sábana Santa de Turín es la teoría de la cámara oscura y la “fotografía anacrónica” presuntamente maquinada y perpetrada por Leonardo Da Vinci allá por el siglo XV. Es decir, que según algunos investigadores, como Picknett y Prince (autores del libro “La Sábana Santa“) la Santa Síndone albergaría ni más ni menos que la primera fotografía de la historia (muy anterior a la primera fotografía “oficial” obtenida en el 1826 por el químico francés Joseph Niépce). Pero estos autores van aún más allá al afirmar que el bueno de Leonardo (que al parecer, en cuestiones de ciencia y alquimia, lo mismo valía para un roto que para un descosido) no sólo fue el artífice y alma máter de esta primera fotografía sobre tela en cámara oscura, sino que además, para más inri, él, Leonardo mismo, es el misterioso hombre grabado en la Síndone.

No es mi intención entrar a valorar en profundidad esta maquiavélica teoría (refrendada por el escritor e investigador Javier Sierra), pero a bolapluma sí diré que me parece, humildemente, un tanto disparatada. ¿Qué hacía Leonardo con el cuerpo repleto de heridas de las que brotaba sangre cadavérica (post-mortem) y sangre vital, heridas que coinciden punto por punto con las de la pasión y tortura de Jesucristo? Si tal y como afirman Picknett y Prince, el hombre de la síndone mide incluso más de 2 metros (y por eso no puede ser, según ellos, Jesús de Nazareth, ya que un detalle de este calibre hubiera quedado reflejado en los evengelios)… ¿Es que acaso Leonardo sí medía 2 metros de altura? ¿Por qué entonces, si fue Leonardo -vivito y coleando- el famoso “retratado“, la efigie del lienzo muestra las características inconfundibles -según los forenses- de un cadáver en rigor mortis y en posición de inspiración? En todo caso, y cuestiones tan evidentes como éstas a parte, el resultado de una fotografía de un modelo humano en cámara oscura sobre una tela impregnada de sustancias fotosensibles dista muchísimo de la perfecta y asombrosa efigie que se puede observar en el lienzo de Turín. Y es que, como ya sugirió el gran Catedrático en Medicina Legal y forense José-Delfín Villalaín, la Sábana Santa, si a algo se le aproxima, es a una tomografía axial computerizada, ya que en ella aparece la débil -pero objetiva- huella de las vísceras internas del anónimo hombre de la síndone.

Ahora bien, hay algo que sí llama la atención. Algo que descubrí junto a mi buen amigo e investigador Gabriel Gomis casi por casualidad. La imagen de la síndone coincide, en superposición y con un error mínimo, con la silueta del “Da vinciano” Hombre de Vitruvio (o Vitrubio).

Para aquel que no lo sepa, El Hombre de Vitruvio es un famoso dibujo acompañado de notas anatómicas de Leonardo da Vinci realizado alrededor del año 1492 en uno de sus diarios. Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones sobreimpresas de brazos y piernas e inscrita en un círculo y un cuadrado. Se trata de un estudio de las proporciones del cuerpo humano, realizado a partir de los textos de arquitectura de Vitruvio, arquitecto de la antigua Roma, del cual el dibujo toma su nombre. El cuadrado está centrado en los genitales, y el círculo en el ombligo. La relación entre el lado del cuadrado y el radio del círculo es la razón áurea. Para Vitruvio el cuerpo humano está dividido en dos mitades por los órganos sexuales, mientras que el ombligo determina la sección áurea. En el recién nacido, el ombligo ocupa una posición media y con el crecimiento migra hasta su posición definitiva en el adulto. También se conoce como el Canon de las proporciones humanas perfectas.

Y esta última frase nos coloca sobre la asombrosa pista de lo hallado. ¿Se trata de una simple y burda casualidad que el hombre de la Sábana Santa coincida en superposición y en proporciones con el Hombre de Vitruvio de Da Vinci? No parece lo más sensato. Una vez visto el resultado y la asombrosa semejanza entre las dos imágenes (incluido rasgos faciales), resulta casi evidente y obligado pensar que la una es consecuencia de la otra. Pero aquí, en esta diatriba, una vez más, radica la pregunta crucial. ¿Acaso fue el hombre de la efigie un super-hombre (¿ario?) que gozaba de las medidas anatómicas perfectas? ¿Utilizó Leonardo la imagen de la Síndone como modelo ideal para el diseño y plasmación de su Hombre de Vitruvio o tal vez no exista conexión causal entre las dos siluetas? O muy al contrario, y reafirmando parcialmente la hipótesis de Picknett y Prince… ¿Se basó su hipotético autor, Leonardo Da Vinci, en las medidas y proporciones de su Hombre de Vitruvio para diseñar y confeccionar la efigie de la Santa Síndone? Lo innegable, realmente, es la extraordinaria similitud anatómica y proporcional entre el misterioso “Jesucristo” de la Sábana Santa y la silueta perfecta del Hombre de Vitruvio. Un “hombre perfecto” en el que, dicho sea de paso, muchos han querido ver -de nuevo- al mismísimo -y casi narcisista- Da Vinci autorepresentado en lápiz y tinta. Como casi siempre ocurre, unas imágenes valen más que mil palabras. Juzguen ustedes mismos.

<span class=

El Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci

<span class=s<span class=

La Síndone de Turín original y Negativo fotográfico de la Síndone

<span class=<span class=

Superposición intermedia y Superposición final*

*Los brazos del Hombre de Vitruvio (que muestran, completamente extendidos, la palma de la mano en el boceto de Leonardo, la zona “ventral”) figuran, evidentemente, al revés de la posición natural que deberían exhibir en la Sábana Santa. Se trata de un montaje aproximado con el fin de demostrar la exactitud de los contornos y medidas en una superposición comparativa con distintos grados de opacidad.





NO LA CONFUNDÁIS CON EL SUDARIO DE OVIEDO. LA SÁBANA SANTA FUE DONDE SE LE SITUÓ UNA VEZ RETIRADO EL SUDARIO.

¿Será el hombre de Viturbio el Señor de la Sábana?


Qué tipo ese Jesús. Seremos o no seremos religiosos, creyentes o como lo denominéis, pero estaréis conmigo en que EL DE NAZARETH ha sido, es y será uno de los mas GRANDES PERSONAJES de la Historia y, con certeza, el que mas NOS MARCÓ.